jueves, 13 de agosto de 2015

Solos en la madrugada

Para los de mi generación Solos en la madrugada es el título de una película de 1978, dirigida por Jose Luis Garci, con la misma fórmula exitosa de Asignatura pen-diente, rodada un año antes y con los mismos protago-nistas: José Sacristán  -un locutor de radio que en  un programa nocturno titulado así: Solos en la madrugada, se dedicaba a criticar tanto el régimen franquista, como los años de la transición- y Fiorella Faltoyano.

Me gustó especialmente un personaje secundario, el que interpretaba Maria Casanova -que era la chica para todo de José Sacristana la que éste presentaba como Lola González, la culo de oro, algo que hoy en día hubiera sonado políticamente incorrecto ¿verdad?

No es de esa película –que podéis encontrar en internet- de la que os quiero hablar sino de la sensación que tuve ayer, cuando salí a rodar hacia las 5:40, una hora habitual para mí y que me gusta especialmente por la sensación de que todas las calles están vacías y correr sin el agobio del calor resulta especialmente placentero, con la recompensa de ver amanecer al final del esfuerzo y la satisfacción de tener los deberes hechos.

Nada más salir del portal me tropecé con Hossain Kaanache. Dos chalados en camiseta de tiras y pantalón corto, desentonando en la típica noche de la Semana Grande Donostiarra. Me pre-guntó a qué ritmo pensaba ir y fue tan generoso que se mostró dispuesto a acompa-ñarme por encima de 5’/km. 

Arrancamos poco antes de la Plaza Vinuesa, delante del Bataplán, teniendo que sor-tear a todos los noctámbulos que formaban una barrera humana casi infranqueable. Pasado el túnel de El Antiguo, fue menguando el público, que pasó a ser inexistente antes de llegar a las Universidades.

Desde allí, hasta la rotonda de El Diario Vasco, donde giramos, y durante el regreso hasta Ondarreta disfrutamos del placer de correr y charlar, solos en la madrugada. Después volvió el guirigay de la noche es joven, las voces, la suciedad y el caos.

Alex Naya
Es una experiencia que bien conocen muchos atletas con los que me suelo cruzar y a los que en ocasiones acompaño, como los Donostiarrak Alex Naya, José Luis Zubiaurre o Juan Iraola.  Os la recomiendo, especialmente en verano, cuando los días son más largos y hay más gente por las calles.

¡Ah! Me cuentan que sobre las 6:30 vieron pasar por el Boulevard, como una bala, a un atleta con camiseta roja. Sólo podía ser Hoss, para resarcirse del coñazo de trotar 8 kms. con una tortuga como yo.

Eskerrik asko! por la charla, por la compañía y por tu paciencia, Hoss.

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