Atletas como tú

Juan Antonio Seño el día de su debut en 800 metros

El domingo, poco después de las 12:15, en la línea de salida de la Final C del Campeonato de Gipuzkoa Absoluto de Pis-ta Cubierta, nos alineábamos 9 atletas: 3 juniors, un senior y 5 veteranos, que solemos coincidir en muchas carreras populares y que rara vez nos metemos -mejor sería decir se meten- entre los que apa-recen en la primera hoja de las clasificaciones.

Somos atletas como tú. Algunos ya nunca correremos 10 kms. por por debajo de 4'/km. Otros, como Iñaky Gómez o Juan Antonio Seño, que son M35, seguirán mejorando. El navarro Pedro Ezpeleta -al que le caerán 50 años en abril- seguirá corriéndolo todo, consciente de que ya nunca será el atleta que fue. 

Iñaky Gómez, feliz con el 4':48" en 1.500 metros

Rara vez ganaremos una carrera -Iñaky Gómez estuvo a punto de lograrlo el pasado 4 de enero, pero se tropezó a 50 metros de la meta, cayendo- y a cambio de 10 ó 15 días con buenas sensaciones, acabaremos el año con más de 350 jornadas en las que nuestro cuerpo y nuestra cabeza se quejarán por el maltrato al que les sometemos.

Lejos de los jóvenes como Ander López o Jon Altuna, que coquetean con los dos minutos pelados, o de ilustres veteranos como el navarro Alfonso Rey (47 años), Eneko Zabalza (que va para 40) o Asier Aranburu (M40) que se atreven a pelear con ellos, nos estimulará hacer una determinada marca -que rara vez conseguimos- incluso a riesgo de correr solos, lejos de todos, como yo, y siendo doblados, como lo fui yo el sábado en los 1.500 metros.

Alfonso Rey en un relevo

Por extraño que os parezca -y asumiendo que soy un tipo raro- nada dispara mi adrenalina deportiva como ponerme en la linea de salida de una carrera de pista, en la que me encantaría coincidir con mucho atletas como tú, mucho mejores que yo, con excelentes prestaciones en las carreras populares, que podrías hacer muy buenas marcas en la pista.

Alguno ya se ha animado con el cross y te invitaría a dar el siguiente paso. Puede que sientas mariposas en el estómago y una presión que nunca habías sentido en una carrera popular. Cuando termines la carrera, roto, sin poder respirar apenas, sabrás que ha merecido la pena. Y hasta es posible que descubras que lo tuyo no son las medias maratones o las carreras de montaña, porque tienes una zancada y una chispa que te hacen ir muy rápido en distancias más cortas.

No tienes que pagar inscripción, sólo la ficha federativa, que cuesta poco más que la B/SS, con la que puedes competir todo el año en crosses y carreras de pista.

No te regalan camisetas, no hay avitua-llamiento después de la carrera, ni tampoco sorteos. ¿Para qué?. Tienes una marca homologada -disponible unos minutos después de terminada la carrera- y un objetivo para la próxima: mejorar esa marca. Al principio, lo conseguirás, aunque no será fácil y tendrás altibajos. Lo que decía arriba de los 10 ó 15 días buenos, que compensan todos los sinsabores de los otros 350. 

Así que anímate y fedérate ya. Que llega la primavera y el buen tiempo, con el que es una gozada correr en la pista. Además, tranquilo, que yo siempre estaré por detrás y hasta te darás el gustazo de doblarme.