Fumando en Blade Runner

Sean Young fumando en Blade runner

Soy de los que busca una oportunidad allí donde la mayoría ve una amenaza. Por eso, el último fin de semana de abril me apunté a acompañar a mi hija al apartamento de Cauterets donde han estado los findes de la temporada de esquí. Se trataba de recoger los trastos, limpiar el apartamento y entregar las llaves. Estaba lesionado y era una buena alternativa para pasar dos días tranquilos, para leer... y para disfrutar con un clásico: Blade Runner. 

Empezamos a ver la peli el viernes a la noche. Se la recomendé a Maria tras elegirla de entre las que tenía guardadas en su PC. Era tarde y la paramos para seguir viéndola el sábado, justo en el momento en el que el interrogador del replicante León aparece fumando.

Ambientada en noviembre de 2019 en Los Ángeles, sin luz natural y con un ambiente sombrío y hostil, Ridley Scott no previó que en este siglo no se podría fumar en lugares cerrados. Ahora que nos hemos acostumbrado ¿a que resulta extraño?

Terminamos de ver la peli el sábado por la noche. Sería la cuarta o la quinta vez que la veía y sigo descubriendo matices, guiños e interrogantes que me dejan con las ganas de volver a verla.

No creo que sea el caso de mi hija, que se quedó dormida.