La última confidencia del escritor Hugo Mendoza

El 31 de diciembre, la entradilla de mi post: 2016. Urte Berri On! era: 'Haciendo de la necesidad virtud'. Y bien que me ha tocado aplicarme el cuento.

Sin entrar en detalles -que pertenecen a mi ámbito personal y familiar- desde la tarde del día 1 hasta esta misma tarde, he estado prácticamente incomunicado, atendiendo cuestiones más prioritarias que este blog, y fuera del mundo de internet y las redes sociales.

Como soy de los que siempre ve la botella medio llena, esta crisis repentina me ha dado la oportunidad de atacar una novela que me habían recomendado y que me apresuro a recomendaros a vosotros.

Os adelanto que son más de 600 páginas... que se podrían leer de un tirón.

La última confidencia del escritor Hugo Mendoza es la primera novela de Joaquín Camps, profesor de la Universidad de Valencia, ciudad en la que reside. Su campo principal de investigación y docencia es el comportamiento humano en las organizaciones, y ha publicado numerosos trabajos científicos en esta área. 

Está protagonizada por Víctor Vega, también profesor universitario, una mezcla de Indiana Jones y Don Quijote, que sigue la pista de un misterioso escritor desaparecido, de enorme éxito y casi de culto, que el 9 de diciembre de cada año envía una nueva novela a su viuda.

La última confidencia del escritor Hugo Mendoza toca desde la novela negra, con asesinatos y desapariciones, hasta situaciones próximas a las descacharrantes historias de Eduardo Mendoza o Tom Sharpe (Wilt).

Además del protagonista, están especialmente logrados personajes tan imposibles como Paloma, una super-obesa y mal hablada profesora de matemáticas, y Santa Tecla, una novicia que resulta ser un hacker de primer nivel y que colaboran en las investigaciones del Víctor Vega.

Nada más empezar la novela, entramos en una montaña rusa, que nos conduce permanentemente al abismo del que casi milagrosamente se salva su protagonista, aliado una y otra vez con la fortuna.

Los numerosos cabos sueltos que deja la novela hacen pensar en una segunda y hasta tercera parte, como en el caso de la saga Millenium se Stieg Larsson.

A ver si remite la crisis y mañana volvemos con las San Silvestres. Y si persiste, ¡ojalá! pueda pasar por ella con novelas como ésta.