Esta mañana, cuando volvía a casa, me he encontrado con Marisol Ramos y con su marido, ya felizmente jubilados, que venían del Antiguo con idea de visitar Tabakalera.
El pasado 28 de mayo ya hablamos aquí de Marisol. A raíz de ese post, me pidieron una colaboración desde Goiena, un medio multi-media con gran difusión en el Alto Deba. Por darle un enfoque distinto, me remonté diez años atrás y así lo conté:
Mis primeros recuerdos de Marisol tienen como escenario la pista, en Campeonatos de Veteranos, allá por 2009-2010, cuando ella rondaba los cincuenta años (tan bien llevados como los 61 que tiene ahora) y yo tenía tres o cuatro más, dependiendo de la época del año.
Nunca coincidimos en carrera, pero sí en las distancias, que iban de los 800 a los 5.000 metros. Hacíamos tiempos parecidos y mientras ella arrasaba en sus carreras, yo bastante tenía con no llegar el último en las mías.
En carreras populares, mi primer recuerdo es la Lasarte-Oria Bai! de 2009, donde entró por delante con 40’:15”, mientras que yo hacía 40’:32”. Unas semanas después, en Azkoitia, yo terminé en 37’:52” por 38’:33” de Marisol.
Todavía en 2010 estuve cerca en la Carrera de Primavera, en la que ella acabó en 37’:55” y yo en 38’:08”.
Y recuerdo perfectamente la carrera de la Gimnástica de Ulia del 6 de enero de 2011, en la que vi cómo se alejaba cada vez más aquella atleta morena de pelo corto vestida de rojo, hasta sacarme más de un minuto de ventaja.
Desde entonces, aunque salgamos en la misma carrera, ya ni nos vemos.
En estos once años, Marisol se ha consolidado en la élite mundial de las atletas veteranas y lidera el ranking mundial W60 en pista cubierta de los 1.500 y 3.000 metros lisos.
No es cosa de citar aquí su impresionante palmarés, ni sus marcas, ni el valor de esas marcas, que está próximo a la excelencia más exigente.
Sí que me apetece hablar, aunque apenas conozco los detalles, de la travesía por un desierto de lesiones que padeció los años 2014, 2015 y 2016, sin apenas poder correr, tras haber sido Campeona de Europa de Medio Maratón W50 en 2013. Volvió a competir en la primavera de 2017 y desde entonces se mantiene en lo más alto, mejorando año tras año en los rankings y los medalleros.
Hay que ser muy fuerte mentalmente para, a esos años, mantener la ilusión, las ganas y la motivación de volver.
Si hace diez años era para mí una rival, hoy es un referente.
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