Hace 10 años

La magnífica pista cubierta de Sindelfingen

Fue a primera hora de la mañana de un jueves. Vicente Mier y yo está-bamos en el stand rupestre que habíamos contado con una mesa, varios posters de Donostia, un cartel que hicimos allí mismo con una impresora que nos dejaron, poniendo una letra en cada folio y una camiseta del equipo de Euskadi de atletismo. Estábamos allí desde el domingo 7 de marzo, promocionando el Campeonato del Mundo de Veteranos al Aire libre de 2005, que se celebraría año y medio después en Donostia.

Recibíamos visitas de atletas veteranos de todos los países, que estaban en Sildelgingen porque allí se celebraba el Campeonato del Mundo de Pista Cubierta en unas instalaciones espectaculares en los terrenos de la fábrica Mercedes. Con mi francés del bachillerato, mi inglés macarrónico y el alemán académico de Vicente nos defendíamos más o menos, informando de las bondades de nuestra tierra.

Esto es sólo una pequeña parte de la fábrica Mercedes

Aunque era 11 de marzo, casi al final del invierno, una fuerte nevada había pintado de blanco la cuidad, dejando una capa de 30-40 centímetros de nieve y una temperatura de -8º. Un taxista turco nos había llevado del hotel al estadio. 

Vimos acercarse dos ameri-canos, con sombreros texanos y pinta de J.R. (el de Dallas). Gesto hosco,  actitud amena-zante y voces que decían algo así como 'Vascos asesinos'. No entendíamos nada. Llevábamos varios días allí y nadie se había metido con nosotros. ¿Qué pasaba?

Fernando Marquina, alma mater del atletismo veterano de la Federación Española, nos lo contó. Un terrible atentado en el metro de Madrid que las primeras noticias atribuían a ETA. Aunque allí adentro hacía calor, nos quedamos helados.

Hacia el mediodía, en una cadena de televisión alemana, vimos que estaban entrevistando a Arnaldo Otegi, quien afirmaba que ETA nada tenía que ver con el atentado. Eso era lo que entendió, más o menos, Vicente y lo que nos confirmaron nuestros interlocutores alemanes, que hablaban un español bastante decente. 

Así estaba Sindelfingen aquel 11 de marzo

Por la tarde y los días siguientes, el ambiente se distendió mucho. Sin embargo, cuando llamába-mos a casa, nos sorprendía que los medios oficiales insistieran en la autoría de ETA, mientras que la televisión alemana enmen-daba las declaraciones del entonces ministro del Interior, Angel Acebes, empeñado en 'sostenella y no enmendalla'.

El viaje de vuelta lo hicimos el domingo 14 de marzo, en el que se celebraban elecciones generales en España. Volamos de Stuttgart a Barcelona y desde allí volábamos a Bilbao. Era ya de noche y mientras esperábamos la salida del vuelo a Bilbao empezaron a salir las primeras encuestas y los primeros resultados, que enunciaban una sorprendente victoria del PSOE. ¿O era una sorprendente derrota del PP?. A nuestro lado un grupo de militantes del PP, que habían actuado como interventores en mesas electorales de Catalunya y esperaban el vuelo de vuelta a Madrid, miraban incrédulos las pantallas de la televisión.

Cuando aterrizamos en Bilbao ya era cerca de la medianoche y se confirmaba la sorpresa.

Fue hace 10 años.