La Codorniz fue una revista de humor gráfico y literario publicada en España desde 1941 a 1978. Se autoprocla-maba 'La revista más audaz para el lector más inteligente'.
Después de leer la prensa de hoy, me decido a publicar este post, que escribí hace unas semanas y que dormía el sueño de los justos porque, entonces, no tuve la audacia de publicarlo.
En 1975, Gabriel García Márquez publicó El otoño del patriarca, una fábula sobre la soledad del poder y la obra que mejor representa al mítico tirano contemporáneo. Comienza así: 'Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozando a picotazos las mallas de alambre... Sólo entonces nos atrevimos a entrar...'
Nuestro Zacarías se marchó, dando un portazo, aclamado por su guardia pretoriana, que jaleó el discurso tabernario con el que arañó los oídos de sus súbditos, de los que no forman parte de la casta que ha dirigido su cortijo. ¿Se atreverán a entrar?
Hay muchos Zacarías por ahí. Cada vez más y nos estamos resignando a sufrirlos, como si no hubiera alternativa, como si aceptáramos que 'siempre ha sido así' o 'siempre se ha hecho así'. Como si nos hubiéramos acostumbrado a ser súbditos de por vida. Y hay Zacarías en todos los niveles y de todos los estilos: taberna-rios y florentinos, bebedores y abstemios, fumadores y no fumadores, goutmets y vegeta-rianos, de la Real del Athletic o antifútbol.
Estamos en otoño y llegará el invierno, porque 'aquellos polvos trajeron estos lodos'.
Hasta la primavera en la que todo vuelva a florecer, tenemos una dura travesía por un desierto de hielo, en el que muchos quedaran enterrados para siempre. A los supervivientes -entre los que habrá más de un Zacarías al acecho de su oportunidad- les tocará reflotar un proyecto que, ahora mismo, es lo más parecido a un sepulcro blanqueado.
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