'Fui por una blusa pero vi unos zapatos tan monos que me compré un bolso'. Así empezaba ayer Josune Díez Etxezarreta su columna en la última página de El Diario Vasco, que titulaba 'Mi sufragio'.
Creo que algo de eso les pasó a muchos el pasado domin-go, cansados de votar con una pinza en la nariz, hartos del inmovilismo y/o recelosos de algunas de las ¿nuevas? opciones que se presentaban en las urnas.
Como pocas veces, se evidenció aquello de que 'todos ganan' y 'todos pierden'. El PP es el partido más votado, pero pierde 63 escaños, más de un tercio de los que tenía. El PSOE salva los muebles y evita el sorpasso de Podemos, pero obtiene su peor resultado histórico. Podemos y sus marcas afines consiguen nada menos que 69 diputados y ganan en Catalunya y Euskadi, pero no consiguen ser la referencia de la izquierda, superados por el PSOE. Ciudadanos irrumpe con 40 diputados, pero se queda muy lejos de las expectativas y obtiene muy malos resultados en Catalunya y Euskadi. El PNV es el partido con más escaños en Euskadi (6), pero saca menos votos que Podemos. Otros, como Bildu o el partido de Artur Mas, pierden sin paliativos; como para hacérselo mirar.
Pablo Iglesias, en su pri-mera comparecencia ante los medios, muy avanzado el escrutinio, terminó con esta frase: 'España es un estado plurinacional'.
Mientras los demás no lo asuman, mientras sigan encastillados en la 'Unidad de España', en que 'España no se rompa', mientras no cojan entre todos el toro por los cuernos, mientras los que ganan sigan sin escuchar y los que pierden sigan sin aportar, mientras nos gobiernen políticos de profesión o profesionales de la política, mientras no tengamos estadistas de verdad, dispuestos a tomar decisiones audaces, seguiremos -volviendo a Josune Díez Etxezarreta- en este 'rifi-rafe, guirigay, galimatías y desarajuste'.
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