Nuevo viaje en tren a Madrid y nueva 
oportunidad de disfrutar de la lectura de Philip Roth (Premio 
Príncipe de Asturias de las letras 2012 y eterno aspirante al Premio Nobel de 
Literatura). Después de lo enganchado que terminé con Pastoral 
americana, abordar la segunda parte de su trilogía responde a la 
adicción que empiezo a sentir por este 
autor.  
Es una novela que habla de la deslealtad y de la traición: 'Cada alma su propia fábrica de traición. Por la razón que sea: supervivencia, excitación, avance, idealismo, por el daño que es posible hacer, por el dolor que se puede infligir, por la crueldad y placer que hay en ella. El placer de manifestar tu poder latente. El placer de dominar al prójimo, de destruir a tus enemigos'.
Es una novela en la que podemos identificar el origen de lo políticamente correcto, que termina siendo tan repugnante como el funeral de Nixon, del que se da cuenta hacia el final de la novela.
Espero ansioso el viaje de vuelta, el domingo, para atacar 
la tercera parte de la trilogía: La mancha 
humana.
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