En un momento en el
que los datos apuntan a que la participación en las carreras populares ha
tocado techo y empieza a bajar, hay carreras que siguen creciendo. Un caso de
éxito es la que organizan los Donostiarrak,
que el domingo clasificó a 1.537 atletas, la cifra más alta de sus quince
ediciones.
Y pensad que muchos
de los voluntarios son corredores de esos pelotones que nos cruzamos sábados y
domingos, que ese día, en vez de correr, se afanan en mimar a los atletas
populares y en que todo salga perfecto.
El gráfico que
vemos arriba es ilustrativo de cómo la carrera creció rápidamente, tuvo un bajón
en 2014, se consolidó en 2015 y 2016 y ha superado los 1.500 en 2017. Y eso que
la carrera de los 10 km de Laredo,
que se corrió la víspera, le privó de algunos atletas que quizá se estén
cuestionando su elección.
Unai San Sebastián entrando en la meta |
Puede que para
atletas por debajo de 32’-33’ la de Laredo sea una carrera en la que pueden
encontrar la compañía y la competencia que igual faltan aquí. Puede. Sin
embargo, a partir de 34’ hay una densidad de atletas, en cantidad y calidad,
que permite hacer grandes marcas. Y un circuito sensacional, al nivel de los
mejores, como es la organización de los Donostiarrak,
que estoy seguro de que trabajan la mejora continua, aprenden de sus errores y
siguen poniendo el norte en conseguir clientes-atletas satisfechos.
La he corrido 3 años y es una maravilla de carrera; circuito mejorado año a año y organización perfecta, cuidando todos los detalles.
ResponderEliminarSiempre orientados al atleta, ya que ellos lo son, y eso es una ventaja enorme.