Las carreras populares llegan a ser Clásicas, como la SALTO 15 K, gracias al apoyo y la fidelidad de los corredores populares, esos que salen con objetivos como hacer una buena marca, ganar a un compañero, ayudar a otro, hacer de liebre, disfrutar del ambiente, correr con familiares y/o amigos y amigas, simplemente llegar a la meta... Hay casi tantos objetivos como corredores y todos merecen el máximo respeto.
En carreras con centenares de atletas, hasta 1.581 clasificados y 46 más que tomaron la salida y no llegaron a la meta, aunque estés muy atento, hay corredores que no consigues ver y otros cuya presencia te sorprende. Hay jóvenes recién incorporados, ilustres veteranos que han dejado la competición y, sorprendentemente, regresan, y están los que no se pierden una o se pierden muy pocas.
El domingo, instalado a la entrada de la calle San Martín, pude ver a atletas y corredores de todo tipo. Y alguno que se me pasó por alto estaba más atento que yo y fue él o ella quien reparó en mi presencia.
En la relación que sigue, he elegido una treintena de clásicos populares, entre los que hay varias liebres de la organización, que corrían con su correspondiente banderola. Abajo tenéis sus nombres y sus tiempos. En sus motivaciones y objetivos no voy a entrar, pero seguro que las tenían. Y espera que salieran satisfechos.
Otra cuestión interesante, que ofrece datos relevantes, con más de mil corredores, es la distribución por sexos y edades. Ya vimos que las mujeres eran poco más del 26% y si segmentamos por edad: hasta 40 años, de 40 a 50, de 50 a 60 y más de 60, nos sale este cuadro:
Los senior masculinos de hasta 40 años son mayoría: 32,43%. Y si sumamos todos los master (veteranos), hombres y mujeres, nos sale un 52,56%. Ojo al dato. Las organizaciones deben trabajar para atraer a los jóvenes.
Por último, si analizamos la procedencia de los corredores, vemos que nada menos que 600 son de Donostia y la inmensa mayoría de Gipuzkoa. Abajo las localidades que aportan más:
Vitoria sólo aporta 18, Pamplona 13 y Bilbao 10. También hay muy pocos corredores franceses. Otros mercados a trabajar.
Por último, volviendo a los corredores populares, he leído quejas por la falta de avituallamiento en la meta a los que llegaron por encima de la hora y media; unos doscientos. No sé si fueron tantos, pero con que solo hubiera uno, estaríamos ante una situación que no se debe producir en una carrera popular, que, además, es una Clásica.
Una Clásica 15 K que vio como llegaban a la meta del Mini-Estadio de Anoeta 1.581 corredores. Antes, en la 5 K, había llegado 173. Los rollers -¡qué espectáculo ver rodar a los primeros!- fueron 208 y en sillas de ruedas llegaron 6.
Esta carrera, que en 2014 tuvo 3.463 clasificados, cayo a 1.998 en 2017 y se recuperó algo en 2018 (2.046) y 2019 (2.290). En 2020 todos sabemos lo que pasó y el año pasado salvó los muebles con 1.231. Este año, ha subido a 1.581.
Tiene mimbres y solera para aspirar a más y aquí damos algunas pistas que deben trabajar para conseguirlo. Los amantes de las Clásicas les deseamos lo mejor.
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