Ayer, a las 14:15, Sifan Hassan ganó su serie clasificatoria de los 1.500 metros con 4:02.92. No fue un paseo.
Seis horas y media más tarde, a las 20:55, tomaba la salida en la final de los 10.000 metros del Campeonato del Mundo 2023. Se situaba a cola del pelotón, dejando incluso algún hueco, tratando de gastar el mínimo imprescindible. Las primeras vueltas, muy lentas, ayudaban. La cabeza del pelotón paso por el ecuador de la carrera en 16:24 y la holandesa lo haría sobre 16:30.
Cuando se empezó a correr de verdad, con las africanas en cabeza, Sifan Hassan fue remontando y esperó a los últimos 400 metros para atacar.
Esta atleta de 30 años, doble campeona olímpica de 5.000 y 10.000 metros y tercera en los 1.500 en Tokyo 2021, y doble campeona mundial en 1.500 y 10.000 metros en Doha 2019, que tiene 1:56.81 en 800 y 3:51.95 en 1.500 metros, era la favorita.
Los últimos 200 metros fueron una pelea entre la holandesa y la etíope Gudaf Tsegay, 26 años, campeona mundial de 5.000 metros en Eugene 2022. Paso a paso, ésta fue recortando la ventaja de Sifan Hassan, aproximándose muchísimo en la recta de meta.
Sifan Hassan, competitiva desde los 800 metros hasta el maratón -ganó este año en Londres con 2:18:33- todavía tuvo fuerzas para intentar un cambio y se fue abriendo para obstaculizar el adelantamiento de Gudaf Tsegay, a quien llegó a herir con un clavo en la rodilla.
Fruto de la pelea o, más probablemente, del agotamiento extremo, la holandesa, que ahora luce un pañuelo en la cabeza fuera de las pistas, cayó a 20 metros de la meta.
Ganó Gudaf Tsegay, liderando un triplete etíope con la campeona de Eugene 2022, Letesenbet Gidey y Ejgayehu Taye.
Así quedaron las 8 primeras. Sifan Hassan, a quien fue a buscar Letesenbet Gidey, llegó 11ª, casi andando y con heridas abrasivas en su cuerpo.
Una carrera épica.
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