La semana pasada 
supimos que el TSJPV (Tribunal Superior de Justicia del País Vasco) dictaba una 
sentencia atendiendo el recurso presentado a título individual por Javier Olaverri contra la modificación del Plan General de la 
ciudad –aprobado hace sólo dos años- que permitía crear cuatro edificaciones en 
el estadio de Anoeta para obtener 15.800 metros 
cuadrados destinados a usos terciarios. Una modificación urbanística claramente 
ilegal, paradigmática del urbanismo a la carta que creíamos más propio de otras 
instituciones, de otras latitudes, con el objetivo de favorecer los intereses de 
la Real Sociedad, pasando por encima de todo lo que haga falta.
De la misma 
manera que hace un año, cuando Javier Olaverri 
presentó el recurso, todo el lobby realista y futbolero cargó contra él, 
declarándole poco menos que persona non grata, a ese mismo lobby le ha 
faltado tiempo para abrumarnos esta semana en El Diario Vasco con un aluvión de páginas, incluida una portada. No he visto el DV de hoy, pero apuesto a que 
siguen con el raka raka.
Y siempre con la 
misma canción: el agravio comparativo con nuestros vecinos de Bilbao. A cuenta 
de eso, se permitían afirmar que Javier Olaverri 
actuaba en contra de los intereses de la Real –y por ende de los gipuzkoanos- y a favor de los del Athelic. Les invito a leer un artículo del propio Javier Olaverri, publicado en El 
País el pasado 21 de diciembre. Se titula La lupa de Bruselas sobre el Athetic.
Yo no me creo 
eso de que Gipuzkoa es la Real, pero estoy dispuesto a rectificar. Es muy fácil. 
Ahora que están de moda, convoquen un referéndum en el que todos los gipuzkoanos nos podamos manifestar. Si ganan los que dan 
barra libre a la Real Sociedad para que siga campando a sus anchas, admitiré el 
resultado. ¿Se atreve, Sr. Aperribay?
Resulta curioso 
que un país como España, al borde de la quiebra, y con casi todos sus clubes 
endeudados hasta las cejas, se permita tener 4 (los dos equipos de Madrid en la 
Champions, Sevilla y Valencia en la Europa League) de los los 8 semifinalistas de las competiciones europeas. Alemania 
(Bayern), Inglaterra (Chelsea), Italia (Juventus) y Portugal (Benfica) se 
reparten el 50% restante. ¿Tendrán algo que ver las ayudas de todo tipo 
(recalificaciones, condonaciones de deudas a Hacienda y Seguridad Social, 
alquileres irrisorios, subvenciones a fondo perdido…) que reciben los clubes de 
fútbol profesional? ¿Juegan con ventaja los clubes de la Liga española?. En este 
escenario de crisis, resultan obscenas las cantidades que cobran, no solo las 
estrellas como Messi o CR7, sino también directivos y 
técnicos de medio pelo, que no encontrarían acomodo en las tareas más básicas de 
cualquier empresa seria.
Y resulta 
igualmente curioso que a equipos como el Eibar -esos 
sí que tienen mérito- les quieran echar de la categoría por cometer el pecado 
mortal de llevar una economía saneada.
Como decía 
Javier Olaverri, que la Real Sociedad, incapaz de 
llenar un campo de menos de 30.000 espec-tadores, quiera construir una para 
45.000, es una burrada. Es algo totalmente caprichoso e innecesario. Pero bueno, 
si se lo pagan ellos, subiendo las cuotas de los socios, vendiendo jugadores, 
peleando por los derechos de la televisión, etc. or konpon!. Si no 
les gusta cómo está Anoeta y quieren seguir ahí, que 
hagan una oferta a sus propietarios, a precio de mercado, y que, con su dinero, 
se hagan el campo que quieran.
Parece mentira 
que con todo lo que ha avanzado la civilización, dos mil años después siga 
funcionando aquello del panem et 
circenses que inventaron los romanos. ¡País! Que diría Forges.

De acuerdo al 100% contigo Gabriel. Soy socio de la Real pero en contra de un céntimo de ayuda pública. Y kutxabank que haga lo que quiera, pero lamentable dinero para esto y no para otros proyectos más sociales
ResponderEliminarCreo que muchos socios piensan como tú, Gorka. Y en cuanto a Kutxabank, entiendo que no debería poner ni un solo euro.
EliminarTen cuidado Gabriel no te echen a la hogera
ResponderEliminarajajaja!!!! Ricardo. Recuerda que durante 13 años fui árbitro de fútbol. Encajo bien.
EliminarNo he querido añadir ningún comentario a lo que escribe Gabriel Beldarrain, porque creo que no lo necesita, quienes me conocéis sabéis de sobra lo que pienso al respecto y además, tengo que decir que me cansa y me disgusta mucho dedicarle energía a este asunto, entre otras cosas, me di de baja de la Real hace pocas semanas. Eso sí, me consuela ver que, ante un panorama que los medios tratan de pintar como absolutamente unánime, haya gente que piensa como yo, ¿será que somos del Athletic y no nos habíamos dado cuenta? Gracias a ti, Gabriel.
ResponderEliminarEskerrik asko! zuri, Rafa. Tú eres el autor intelectual de post, que se me ocurrió después de leerte ayer en facebook. Como habrás visto, el hilo argumental se apoya en tus comentarios. ¡Ah! y de unanimidad, NADA. A ver si se atreven con un referendum. Eskerrik asko!
EliminarY los clientes de kutxabank no tenemos derecho a opinar? Porque, por muy bien que estén ahora, es un club que no pagó deudas hace pocos años.
ResponderEliminarTodos debemos opinar, Martin; como clientes y como ciudadanos. Porque los del 'lobby' nos van a seguir machacando desde los medios y desde las instituciones.
EliminarEse dinero va en su mayoría a pagar unos sueldos desorbitados de unos jugadores que no generan ese dinero, ver hoy a Ruben Pardo salir con su Porsche me parece absolutamente lamentable, el deporte hace ya tiempo que ha abandonado sus orígenes y principios, hay muchas necesidades, pero lamentablemente no hay políticos con criterio ni valor para poner fin a tanto despilfarro.
ResponderEliminarLos sueldos son obscenos, Juan. Y no sólo los de los jugadores. Si comparáramos los gastos de personal (incluyendo todo) de la Real con los el Eibar ¿por cuánto crees que tendríamos que multiplicar?
EliminarBuenisimo Gabriel . Siendo de la Real te digo que no queremos ver en casa lo que le echamos en cara al vecino.
ResponderEliminarAsí es Javi. Por eso hablaba yo el el 14 de enero de los malos árbitros y las 'compensaciones'.
Eliminar