Cross de Reyes. Viento amigo.

Dicen que el viento es mayor enemigo de los atletas. Cuando es dema-siado favorable, invalida las marcas de los velocistas; y cuando sopla en contra impide conseguirlas.

Sin embargo, perjudica a unos más que a otros, como se demostró ayer en el 84. Cross de Reyes, en el que se impuso Arturo Casado, un atleta grande, especia-lista en el medio fondo, que corrió resguardado por los atletas africanos, más ligeros, que se fueron desgastando, sin que nadie se atreviera a dar el tirón definitivo. Hasta 7 hombres entraron en el escaso margen de diez segundos.

Por detrás, solos frente al viento, ya enemigo, los oñatiarras Sergio García y Yeray Varela, entraron de la mano, tal como atestigua la foto de Luis Peralta, a casi dos minutos del ganador, siendo 9º y 10º. El año pasado, invirtiendo el orden, fueron 10º y 11º, separados entonces por 49". Los dos últimos años han sido los primeros atletas locales.

A continuación fueron entrando: Asier Cuevas, el ‘irunés’ Chakib Lachgar, Eneko Garin, Eduardo Gallego, el vitoriano Iban Rodrí-guez, a quien tuve opor-tunidad de conocer y saludar personalmente, Ibai Alba (que se acercó a charlar conmigo antes de la carrera), Mikel Albeniz, Xabier Lukin, Ritxar Fernández, Juan Luis Gómez, Ion Arzubialde… hasta Andoni Olazagirre, en el puesto 30º, justo por debajo de los 35 minutos. Un poco más tardaba Ima González Gete (33º en 35’:14”).

Otra vez, gran carrera de Imanol Oiarbide, Jon Pagola y Álvaro Calderón, que me reconoció y tuvo la gentileza de saludarme. Su preparación para el maratón de Sevilla va por muy buen camino. Entro justo por delante del joven Mikel Ugarte, hijo de Marisol Ramos. Menuda mejoría la del chaval. Más atrás, los clásicos Jon Marquet, Jordi Ruiz Cabestany, Dani El Oikili, Jon Elosegi, Zigor Esnaola (otro al que tuve oportunidad de conocer personalmente), Edi Eraso…

Gran carrera de Lurdes Oiartzabal, por delante de Álvaro Arrieta y Expedito Gómez Mora. 37” después llegaba Marisol Ramos, precediendo a Mariano Sánchez, en el puesto 86º, por debajo de 4’/km. Que con el día de ayer ya es correr ¿eh?. Bravísimo Antonio Castro (93º), que paró el crono en 40’:26”, mientras que el donostiarrak Marcos Bujanda (97º) tardaba 14” más que el renteriano.

Foto de Jon García

La hernaniarra Karen Ortiz de Guinea, con quien venía disputando las últimas carreras y a quien ayer pillé a falta de tres kilómetros, aguantó bien y me remató al final, lo mismo que el grupo de atletas que se ven en la foto. Perdí 5 puestos en los últimos 50 metros. Y es que el sprint final nunca ha sido mi especialidad. Y el viento nunca ha sido mi amigo. Después de una primera vuelta bastante buena, a 4’:08”/km, me vine abajo en la segunda, perdiendo casi un minuto y 11 puestos. Sufrí muchísimo.

Josune Zabala (120ª) entraba a continuación. Manos mal que a cierta distancia, porque con los antecedentes del Cross Beach también me hubiera rematado en el sprint. La joven Natalia Tanco (142ª) volvía a ganar a su aita, Ignacio (148º), cada vez más cerca y por delante de Fran Rivero (150º) y Manuel Martín (153º), que el año pasado corrió nada menos que 62 carreras y con quien también estuve charlando en la salida, tras las presentaciones de Idoia Esnaola (203ª), de quien me despedí cuando ella terminaba la carrera y yo volvía para casa.

Esther Estefanía (158ª) demostraba su magnífico estado de forma, por delante de un montón de chicas mucho más jóvenes.

Y como es verdad aquello de que una imagen vale más que mil palabras, no dejéis de ver el gran reportaje fotográfico de Luis Peralta, que me ha servido de base, junto con la clasificación, para este post.

Mañana, lo prometido ayer en facebook sobre el efecto del viento, que pasará a ser enemigo, y algún otro dato curioso.