Llevaba años queriendo correr la Behobia. También era un reto personal-familiar. Los que nos conocéis sabéis que el aita lleva 24 Behobias, la ama, hasta que la rodilla dijo basta, hizo 6, y mi hermano Iñigo, que en cuanto cumplió 16 años ya corrió la primera, ha completado hoy la séptima, haciendo marca personal: 1h:18':01". ¡¡¡No me quedaba opción!!!
Me apunté en mayo, pero me costó arrancar hasta que, casi arrastas, entre el Iñigo y el aita, allá por el mes de septiembre. me sacaron a correr. Los primeros días, rodar por debajo de 6'/km. era toda una hazaña y en mi mente empezaba a construir una excusa que me permitiera argumentar que no podía correrla: el trabajo, los viajes, mi 'independencia' del nido familiar. Pudo más el gusanillo y los buenos resultados de las primeras carreras y me comprometí conmigo misma a correr la Behobia, con el único objetivo de llegar.
Sin embargo, ayer me puse tan nerviosa que engañé a Iñigo para que acompañara a hacer el recorrido en coche. Y la impresión fue positiva, motivadora. Nada que decir sobre la noche que he pasado y cómo he amanecido… “atacada, nerviosa,…”, hasta me he dejado el Garmin en casa. El viaje en el topo ha sido la cuenta atrás, el tren de no retorno, y cada vez el punto de partida estaba más cerca.
Cuando hemos bajado en Irún y hemos comenzado a andar hacía la salida, ver a tantísima gente me ha puesto las pilas; y yo que siempre he estado al otro lado de la barrera, animando, hoy he sentido el apoyo y los ánimos de todas aquellas personas que se despiertan para animar a un familiar, amigo o incluso a desconocidos,que es lo que hace que esta carrera sea tan popular.
Ya en la salida, acompañados del ritmo de la Gaztea, y a la vista del espectacular montaje del Fortuna, he comenzado a animarme y a decirme a mi misma que había llegado la hora de demostrar de lo que soy capaz. Hasta Gaintxurizketa, hemos ido tranquilos, y al comienzo de la pendiente me ha dicho el aita: “Maria, aquí hay que ir a cuchillo”; así que me he armado de valor y ttipi-ttapa-ttipi-ttapa, hemos ido adelantando a gente hasta llegar arriba. Los 3 kms de bajada han sido para recuperar, con el subidón del famoso pirata de Lezo, del que tanto me habían hablado en casa, que te pone a cien.
Las sensaciones eran muy buenas, el tiempo ha sido un regalo y de la compañía, ¡qué decir de la compañía! Este punto lo dejaré para el final, porque es quién más apoyo me ha dado, quién más me ha motivado y quién más me ha aguantado. Una vez en Errenteria, los txalos y la cantidad de gente que estaba allí presente te empujaban, te hacían mirar al frente, hasta que ya nos hemos visto en Kaputxinos.
El aita con el cartel de ANIMO |
Mi mayor temor era el trozo de Herrera-Pasai Antxo, ya que no hay mucho público y el tramo es más largo de los que parece. Aún así, había muchas gente dándonos calor y ya en el alto de Miracruz, me he visto con tantas fuerzas que nos hemos mirado los dos, y me ha dicho el aita: “si le metes zapatilla, bajamos de 1:51". Así que nos hemos dejado de tonterías, hemos acelerado hasta bajar de 5 minutos los últimos 2 kilómetros y he llegado muy satisfecha y con una sonrisa a la meta.
Como os decía, la mejor parte la dejaba para el final: no tiene precio correr con un aita, que se hace con un cartel que dice “ÁNIMO” para que tanto su hija como todos los participantes sientan los aplausos de la gente, que se ha pasado toda la Behobia con el cartel en alto (y creo que serán sus únicas agujetas de mañana), que cuando el público no animaba, les preguntaba: “¿dónde están esos txalos?”, que me acercaba un vaso de agua en cada avituallamiento, que en el alto de Gaintxurizketa me dijera que menuda subida que había hecho.
Tener a un hermano-coach, -ZORIONAK TXAPELDUN!- que me ha acompañado a rodar, que me daba directrices de cómo prepararme y un fuerte abrazo cada vez que he terminado una carrera (Cross 3 playas, 15 kms y Soralze-Bergara).
Y una ama que estaba siempre preocupada de que comiera sano (esos tuppers ;-),bebiera mucha agua, cenara pasta y -sobre todo- que disfrutara la carrera…
Ya me estoy enrollando. Si tuviera que resumir lo que he sentido en la carrera de hoy, es haber tenido la suerte de disfrutar tantísimo con el aita en estos kilómetros, de verlo tan feliz apoyándome en todo momento y de compartir esta afición juntos. Mila mila esker aitatxo!! Eres un auténtico CRACK!!
Mi objetivo era terminar, pero mira que no haber bajado de 1:50... Con lo bien que he llegado...
Espero que nos volvamos a ver el año que viene... con el objetivo de seguir disfrutando del ambientazo de esta carrera... y de bajar de 1h:50'. Si se entera el aita, seguro que me pone un objetivo más ambicioso.
Hurrengo azarorarte!
Las fotazas son de Asier Garmendia: http://www.asiergarmendia.com/
Las fotazas son de Asier Garmendia: http://www.asiergarmendia.com/
María, hoy has hecho algo más que una carrera: nos has contado lo que has sentido en ella.
ResponderEliminarCreo que tu familia no sólo va a dar buenos corredores sino mejores narradores. Porfa, corre y escribe ... o al revés.
Aupa María! ... gracias Gabriel.
Eskerrik asko! Juan Mari. ¿Cómo te ha ido?
ResponderEliminarSeguro que habéis disfrutado ambos, y el resto de la familia. Pero a Gabi se le cae la baba.....o no? Enhorabuena !!!
ResponderEliminarMaria siempre ha sido mi princesa.
EliminarZorionak, Maria eta Gabriel!
ResponderEliminarEskerrik asko! Juanjo.
EliminarEnhorabuena Gabriel, me ha encantado y emocionado el escrito de María, parece que el tiempo no pasa y... se hacen mayores. Debes de estar muy "orgulloso" y no es para menos.
ResponderEliminarUn beso. Isabel de Barcelona
Muy orgulloso de mis hijos, como Pako y tú lo estáis de Eva y Marta. Eskerrik asko! Isabel.
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