Llevaba tiempo detrás de esta novela, que los lectores de EL PAÍS eligieron como libro del año 2013. Me la compré, en formato e-book, el sábado 25 de octubre y la he devoré en apenas tres o cuatro días.
Obra del joven autor suizo Joël Dicker, escrita en francés y ambientada en una pequeña localidad de New Hampshire, versa sobre la investigación que emprende un joven escritor de éxito (Markus Goldman) -en el que muchos pueden buscar al propio Dicker- sobre el asesinato de una joven quinceañera, mezcla de la Lolita de Nabokov y la Laura Palmer de David Lynch, sucedido 33 años antes, el 30 de agosto de 1975
A lo largo de 31 capítulos, Dicker nos sumerge en una historia truculenta en la que casi nadie cuenta a verdad y mucho menos toda la verdad, de manera que los sospechosos se suceden hasta el punto de que todos terminan siendo sospechosos. Una historia con muertos vivientes y seres vivos que llevan 33 años ocultando la muerte y el engaño.
Una novela que es como un juego de muñecas rusas que nos sorprende en cada capítulo y con un final que es como la resolución de un juego de manos, en el que todos dudamos de cómo se ha podido producir.
Como decía Justo Navarro en EL PAÍS el 18-12-2013: 'Supongo que esta novela sorprendería al propio Jöel Dicker según la iba escri-biendo, según iba contando la historia de cómo un novelista, Markus Goldman, inventa la obra que creía no poder escribir.'
Si la empezáis, no la podréis dejar. Quedáis advertidos.
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