Quizá sea una de las sorpresas de estos JJ OO, pero es una sorpresa relativa. La mejor atleta del año 2015 y poseedora del record mundial: 3:50.07. Genzebe Dibaba (25 años) ha sido derrotada sin paliativos por la keniata Faith Chepngetich Kipyegon (22 años), que se presentaba con la mejor marca del año: 3:56.41. El año pasado, en el Mundial de la IAAF de Beijing, la etíope fue primera y la keniata segunda.
Nunca entenderé que atletas de ese nivel, capaces de bajar de cuatro minutos -y por lo tanto de pasar los 400 metros en 1.04- hagan una primera vuelta en 1.16, convirtiendo los 1.500 metros en una carrera de 800, en la que casi todo puede pasar.
Cuando ha atacado Genzebe Dibaba, he tenido claro que no iba a ganar, porque no ha despegado a la joven keniata, que la ha rematado sin piedad al final. La tercera favorita, Sifan Hassan, ha hecho una extraña carrera y ha sido superada en la recta final por las clásicas americanas Jennifer Simpson (a punto de cumplir 30 años) y Shannon Rowbury (31 años) que también saben lo que es bajar -y bien- de cuatro minutos.
Los tiempos de las medallas: 4:08.92, 4:10.27 y 4:10.53 hablan del discreto nivel de una carrera que, para mí, ha sido decepcionante.
Como decepcionante es que una estrella como Genzabe Dibaba, con marcas fantásticas entre los 1.500 y 5.000 metros, tenga sólo una medalla de plata olímpica.
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