En estos días de ausencia de atletismo, a la espera de que arranquen con fuerza las carreras populares, al calor de la Behobia-San Sebastián y el Maratón de Donostia, de que acabe la Diamond League y de que empiece la pista cubierta, algunos nos seguimos relamiendo con los que hemos disfrutado viendo por la tele el Campeonato del Mundo de Atletismo, celebrado en el magnífico estadio de Budapest... y envidiando a los que tuvieron la fortuna de estar presentes allí.
En eso, se me ha ocurrido hacer, no una encuesta, que es algo que debe cumplir una serie de requisitos técnicos, sino algo así como un sondeo, una toma de opiniones al azar.
Algunos quizá se decanten por los sextos y últimos intentos en varios concursos, que decantaron el oro. Si tengo que elegir uno, Miltiadis Tentoglou en el salto de longitud.
Los aficionados a la marcha seguro que tienen dificultades para decantarse entre Alvaro Martín y María Pérez.
Los que defienden a los grandes competidores puede que piensen en la exhibición de táctica y estrategia de Soufiane El Bakkali en los 3.000 metros obstáculos.
Los que gustan de los outsiders y las sorpresas quizá piensen que el mejor momento del mundial fue la victoria de Josh Kerr sobre Jakob Ingebritsen en los 1.500 metros.
Los clásicos y los que ponen el foco en la excelencia puede que no tengan ojos más que para Faith Kipyegon, doble ganadora de los 1.500 y los 5.000 metros.
Los amantes de la velocidad lo tienen claro: Noah Lyles.
Yo me voy a tirar a la piscina. Reconociendo los méritos de todos los citados y de muchos más, me quedo con la última posta del equipo de Holanda-Países Bajos en la final de los 4x400 metros, la última prueba del programa. La tremenda remontada y el remate final de Femke Bol fue, a mi modo de ver, el mejor momento del mundial.
Se abre el debate y todas las opiniones son bienvenidas.
¿Quién se anima?
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