Diamond League. Eugene. Finales 3.000, 5.000 y 3.000 metros obstáculos

Si tuviera que elegir una marca de las conseguidas en las Finales de la Diamond League 2023, celebradas el pasado fin de semana en la pista de Hayward Field de Eugene, me decantaría por los 14:00.21 conseguidos por Gudaf Tsegay en los 5.000 metros, que mejora en nada menos que cinco segundos el récord anterior de Faith Kipyegon, que databa del 9 de junio de este mismo año, en París.

En el mundial de Budapest, Gudaf Tsegay ganó los 10.000 metros y falló en la final de 5.000 metros, a la que acudía con una mejor marca de 14:12.29, acabando 13ª con 15:01.13. Recordemos que esa final la ganó Faith Kipyegon, ausente en el 5.000 de Eugene, tras ganar la víspera el diamante en los 1.500 metros

El domingo, corriendo en solitario los últimos 2.000 metros y aumentando el ritmo a cada vuelta, para hacer el último 400 en 1:04.55, se impuso a todas sus rivales con una enorme ventaja. Fue una exhibición, que deslució el marcón de la segunda, Beatrice Chebet: 14:05.92.

En la final femenina de los 3.000 metros obstáculos, confirmamos lo que ya vimos en Budapest: que Winfred Mutile Yavi y Beatrice Chepkoech dominan de largo la especialidad, que la segunda pasa mejor las vallas y que la primera es más rápida.

Beatrice Chepkoech apretó todo lo que pudo a Winfred Mutile Yavi, que repitió su victoria de Budapest, con 8:50.66, una gran marca. 

En la versión masculina, ausencias del dominador de la especialidad y campeón mundial, Soufiane El Bakkali, y del plusmarquista mundial, Lamecha Girma. 

Simon Kiprop Koech, séptimo en Budapest, fue el ganador y quien se llevó el diamante.

Y acabamos con la magnífica final de los 3.000 metros, de la que hablamos aquí. Jakob Ingebrigtsen, haciendo prácticamente de liebre de todos sus rivales, ganó su segundo diamante en 2023. Sólo él y Shericka Jackson lo han conseguido, con el matiz de que ésta lo ha hecho en pruebas de velocidad, en las que es más fácil doblar, y aquel en una carrera de medio fondo y otra de fondo, en 24 horas y batiendo en las dos el récord de Europa.

Ya dije en su momento que el noruego no me resulta simpático, pero -lo cortés no quita lo valiente- me rindo ante un atleta superlativo, que siempre da la cara, que es tremendamente generoso en el esfuerzo y que nunca se esconde.